Trastornos del espectro autista: Síndrome de Asperger

El Síndrome Asperger fue descubierto por primera vez en el año 1943 por un médico austriaco, llamado Hans Asperger.

Desde entonces, conforme han ido avanzando las investigaciones y descubrimientos de la comunidad científica, el nombre y la clasificación de este trastorno han ido variando a lo largo del tiempo.

Actualmente, el Síndrome de Asperger (S.A.) viene definido en el DSM – IV (Diagnostic and Statistical Manual of Mental Disorders, cuarta edición revisada), englobado dentro de los conocidos como Trastornos Generales del Desarrollo (TGD). Aunque existen otros criterios diagnósticos para el S.A., el sistema más utilizado es el descrito en el citado manual.

El S.A. es un trastorno del desarrollo, que conlleva a una alteración en el procesamiento e interpretación de la información a nivel neurobiológico, produciendo una significativa discapacidad en el Área Social.

En el DSM – IV, se separa el S.A. del Trastorno Autista, aunque todavía existen algunas controversias sobre si el S.A. es o no una forma de autismo o un trastorno independiente, ya que ambos trastornos muestran cierta analogía, pero al mismo tiempo, presentan importantes diferencias.

Sin embargo, cada vez más, tanto entre la población como entre el personal sanitario, se tiende a reconocer el S.A. como un trastorno perfectamente diferenciado.

En los últimos años, se ha incorporado el término Trastornos del Espectro Autista (TEA), que parece sintonizar mejor con este tipo de trastornos, que con la definición del DSM – IV.

Los TEA engloban un conjunto de síndromes del desarrollo y del comportamiento, que resultan de determinadas combinaciones de rasgos autistas, que pueden aparecer en mayor o menor medida, dando lugar a diferentes grados. El grado más leve de los TEA es el Síndrome de Asperger.

Según las cifras publicadas por la Federación Asperger España (FAE), se trata de un trastorno más habitual de lo que pensamos, afectando a 3 – 7 niños de cada 1000 nacidos vivos, siendo más frecuente la incidencia en niños varones.

Además, muchos estudios realizados durante los diez últimos años, evidencian que los TEA están incrementándose considerablemente en los países desarrollados.

Importancia del diagnóstico precoz: La intervención temprana mejora el pronóstico

Es muy importante que se establezca un diagnóstico temprano, que permita la intervención con las técnicas y terapias más eficaces en cada caso, a fin de que el pronóstico del niño sea lo más favorable posible.

Pero lamentablemente, la realidad es que todavía hay profesionales que no diagnostican este síndrome, por falta de información o experiencia y, frecuentemente, suelen confundirlo con otros trastornos.

Existe, por tanto, un retraso muy considerable desde que la familia detecta las primeras manifestaciones, hasta que finalmente, se obtiene el diagnóstico.

La FAE recomienda a los familiares ponerse en contacto con una de las asociaciones más cercanas a su comunidad autónoma, donde podrán orientarles y sugerirles especialistas de la sanidad pública, que sí están al día en cuanto al S.A., a fin de obtener un diagnóstico temprano e inequívoco.

Síntomas y Manifestaciones

El niño con S.A. presenta un aspecto normal, con tendencia a ser vistos como algo excéntricos. Cuentan con capacidad intelectual normal o superior a la media y, con frecuencia, muestran habilidades especiales en determinadas áreas, pero manifiestan problemas de socialización y, en ocasiones, trastornos de la conducta.

Las primeras manifestaciones del S.A. suelen evidenciarse en la infancia temprana, y estos niños tienden a presentar algunas de las siguientes características, entre otras muchas, y que difieren de unos individuos a otros:

  • Ausencia aparente de emociones, con dificultades en la comunicación, tanto verbal, como gestual.
  • Dificultades para comprender conceptos abstractos.
  • A menudo, interpretan literalmente lo que leen u oyen.
  • Relaciones problemáticas, sobre todo con niños de su edad, y dificultad para integrarse en actividades grupales.
  • Dificultades en la coordinación motora.
  • Raramente, problemas en el aprendizaje.
  • Posibles problemas de conducta.
  • Generalmente, presentan una memoria muy desarrollada y, a menudo, destacan en áreas específicas, frecuentemente en matemáticas y conocimiento del medio.
  • No les suele gustar que los toquen y a veces evitan el contacto físico.
  • Son personas sensibles y muy amables, confiados y crédulos, lo que los hace vulnerables frente a posibles engaños.

Tratamiento y Pronóstico

El tratamiento de los niños con S. A. pasa por una combinación de psicoterapia, educación especial y técnicas dirigidas a la modificación del comportamiento. Es importante que también se emprendan acciones específicas, dirigidas a la familia y al entorno del niño.

El pronóstico de niños con S. A. suele ser más favorable que el de los niños con otros trastornos del espectro autista, debido a que cuentan con una mayor funcionalidad intelectual.

Muchos llegan a finalizar estudios superiores y, cuando encuentran un trabajo que se ajusta a sus intereses, realizan sus tareas con gran perfeccionismo y suelen tener éxito profesional.

Recursos: Páginas web y Asociaciones

  • Ministerio de Ciencia e Innovación. Instituto de Salud Carlos III. Trastornos del Espectro Autista. www.isciii.es

FEDERACIÓN ASPERGER ESPAÑA

Entidad sin ánimo de lucro de interés público y social que compone en su conjunto a las Asociaciones de SÍNDROME DE ASPERGER de ámbito nacional y autonómico.

En esta web podrá localizar las Asociaciones más cercanas a su localidad de residencia.

Puede contactar mediante los teléfonos indicados, o bien, rellenando un formulario en su página web: Asperger.es

FUENTES:

  • Autism Society of America Website www.autism-society.org
  • DSM – IV. Asociación Psiquiátrica Norteamericana. Criterios diagnósticos para el Síndrome de Asperger. Clave F84.5.
  • http://www.infoasperger.es/
  • FEDERACIÓN ASPERGER ESPAÑA. http://www.asperger.es/
  • Un Acercamiento Al Síndrome de Asperger. Guía práctica y teórica. Asociación Asperger España. Ministerio de Trabajo y Asuntos Sociales.