Ser madre es la una de las mayores bendiciones que puede vivir una mujer. Muchas lo describen como la experiencia más enriquecedora de sus vidas. No hay duda que tener la dicha de amar, educar y guiar por el buen camino a un ser humano, desde pequeño y hasta que llega a la madurez debe ser muy gratificante pero también muy difícil.
No todo es color de rosas, porque cuando las mujeres se convierten en madres, sienten la necesidad imperiosa de dejar de ser ellas mismas y de preocuparse por sí mismas. Todo comienza a girar en torno a sus hijos.
Esto suena muy sacrificado y romántico, pero esconde una entrega innecesaria donde la mujer pierde su esencia, de tal forma que su felicidad depende de la felicidad del hijo.
Buscar la satisfacción personal y profesional
No se puede hacer feliz a otra persona sin primero ser feliz uno mismo. No podemos entregar lo mejor de nosotros si no somos capaces de priorizarnos. No podemos cuidar de otro si no nos cuidamos primero.
La satisfacción personal y profesional no debe dejarse de lado por la maternidad, ¡Todo lo contrario! Toma de la maternidad la fuerza necesaria para impulsarse y superarse a alcanzar metas más difíciles.
Saber que todo lo que se hace, beneficiará o perjudicará a un inocente, debe ser suficiente incentivo para superar obstáculos y lograr nuevos objetivos. Pero para hacerlo, es imperante que puedas organizarte y planificarte. Es evidente que al existir un pequeño ser en tu vida, que depende de tí, necesitarás invertir tiempo de calidad en su cuidado.
Cómo puedo hacer otras actividades si la maternidad ocupa todo mi tiempo
Establece horarios y rutinas; esto te ayudará a administrar mejor las horas del día para cada actividad. En este sentido, debes incluir en ese plan, actividades para tu crecimiento académico, profesional y personal. ¡Ahora puedes formarte o trabajar desde casa!
No es excusa que tengas niños pequeños y no tengas quien los cuide, porque podrás hacerlo mientras trabajas, estudias o incluso ambas.
Algo que jamás debes dejar de lado es tu salud y sano entretenimiento, puedes hacer deportes, ejercicios y alguna otra actividad recreativa que te divierta. Probablemente puedas incluir a tus pequeños en las mismas, o hacerlo solo con tu pareja. Sin embargo, no debes descuidar tus amistades, y recordar que necesitas espacio y tiempo a solas.
Si antes de ser madre disfrutabas de leer, escuchar música, ver películas o series por favor, ¡No dejes de hacerlo! Te aseguramos que a tus hijos no les hará felices sentir o saber que dejaste de hacer las cosas que disfrutabas solo por ellos. Al contrario, se sentirán culpables y causantes de tu aburrimiento o infelicidad.
¡Siempre hay tiempo para todo! Sabemos que no será sencillo. Nunca será igual que antes. Probablemente, en algunos momentos tendrás que trabajar, estudiar o ver pelis con tu bebé en brazos, o amamantando. Pero son etapas, la organización y la paciencia son claves. No te angusties, no te desesperes, ten paz.
Valora tu tiempo
No dejes de salir, de compartir con tu pareja, familiares o amistades. Da miedo despegarse de los hijos. Confiar su cuidado, su seguridad, su vida a alguien más. Es comprensible, sientes que nadie los protegerá como solo tú puedes hacerlo. Sin embargo, existen personas calificadas para cuidarlos muy bien.
Procura relajarte mientras estás fuera. No tendrá ningún sentido la salida si te la pasas llamando para ver cómo están. Explica a detalle a esta persona qué debe hacer en caso de emergencia, en dónde te puede ubicar y relájate, ¡Disfruta tu velada porque la mereces! Tus hijos estarán bien.
Mientras mejor te sientas contigo misma, serás una mejor madre para tus hijos. Ellos sentirán tu felicidad y tu paz, y te lo agradecerán. Conocerán tus logros y cómo superaste las adversidades y te admiraran. Sabrán que pudiste alcanzar tu satisfacción personal y profesional y gracias a eso fuiste la mejor madre, y estarán orgullosos.
Los hijos siempre quieren ser como sus padres. Sé el mejor ejemplo a seguir para que tengan una vida saludable y plena. Nadie puede cuidar bien a pequeños seres inocentes que dependen de ellos si es infeliz. No sigas martirizándote innecesariamente, ¡atrévete a ser feliz sin remordimientos!, por ti y para tus hijos. Notarás la diferencia.