Desde el 19 de julio el presidente López Obrador, Andrés M. dio a conocer las bases de la nueva reforma vigente para el sistema de pensiones con el objetivo de aumentar el Sistema de Ahorro para el Retiro (SAR) a los trabajadores mexicanos.
Dicha propuesta ya se presentó en el Congreso de la Unión. Por su parte, Moody´s es la agencia encargada de calificar quienes son los elegibles entre los trabajadores. De manera pública expusieron su aprobación.
Según la reforma hacia el sistema de pensiones se busca conseguir el alza progresiva de la aportación patronal hasta llegar al 13,87%. Con ello se logra disminuir el tiempo de vida laboral de los trabajadores para poder recibir la pensión. Por lo tanto, hablaremos de la reforma de las pensiones en México y veremos quién es elegible a lo largo de este artículo.
De que se tratan la reforma
Lo que se trata de asegurar con la reforma es ampliar la base de quienes son los trabajadores elegibles para acceder a una pensión mínima de forma segura. Sin embargo, esto implica un riesgo para las cuentas del gobierno al generar presiones fiscales.
El proyecto de ley, además de ser aprobado por el Congreso de la Unión debe estar consensuado por los agentes administrativos y calificadoras.
Con la reforma de la ley de las pensiones se reducen las semanas de cotización, de 1250 a 750 como requisito indispensable para acceder al retiro y a la consiguiente pensión mínima garantizada. Así se reducen 10 años de actividad laboral para los empleados.
Al reducir los años de aportes hacia la caja de jubilaciones el gobierno se vería perjudicado, pues los empleados presentarían su retiro de forma anticipado pasando a depender del Estado. Por este motivo se decidió aumentar el valor de los aportes.
Nuevos valores
El valor de los aportes actualmente es de 6,5% y pasaría a ser del 15%. Del nuevo porcentaje, la patronal deberá ser la que absorba el 13,87% para evitar que se descuente tal valor desde el sueldo de los empleados.
Con el nuevo sistema de acceso a las pensiones se garantiza el acceso a las mismas de un 34 a un 82% de los trabajadores. Dicha jubilación tendrá el 80% del valor del salario mínimo, vital y móvil.
Sin embargo, tales valores pueden variar dependiendo de las semanas trabajaron y que se cotizaron durante, la edad del empleado y sobre todo el salario base. Así, un trabajador podrá llegar hasta un 220% del salario mínimo, vital y móvil vigente.
En aspectos generales, un trabajador promedio podrá acceder a una pensión de un 40% más elevada de lo que venía percibiendo hasta el momento.
Algo que generaba duda en la gente era la edad para solicitar el retiro. Si bien es cierto que ahora solo se necesitarán 15 años de aportes, los trabajadores no podrán retirarse antes de los 60, cuando comiences los trámites para la pensión.
La respuesta de los agentes intervinientes
La reforma aún debe ser aprobada en el Congreso y según los agentes intervinientes sería un cambio positivo.
Cabe destacar que en el caso de ser aprobada podría reducir de forma considerable todas las presiones sociales hacia el gobierno en los años venideros. Esto si tenemos en cuenta la baja pensión a la que acceden los empleados a partir de su retiro.
Las empresas Administradoras de fondos para el retiro serán las encargadas de asegurar la continuidad de las industrias impidiendo la posibilidad de la nacionalización con la que muchos grandes empresarios han amenazado.
Desde Amafore, Bernando González hizo pública su posición afirmando que, al aumentar la densidad de cotización, la carga para la agencia recaudadora de aportes en el pago de las pensiones mínimas seria mucho menor.
Por su parte el presidente de CCE, Carlos Salazar Lomelín se colocó a favor de la reforma alegando que es un cambio total y absolutamente necesario ya que la tasa de recuperación del salario de un trabajador del 30% no era suficiente para cubrir las necesidades básicas de los jubilados.
