Cada país tiene un programa de vacunación infantil que se rige principalmente por las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud y que está sujeto a la disponibilidad que tengan de las respectivas vacunas, el gobierno de cada entidad territorial.
A su vez, cada ministerio encargado de la atención de patologías y salud de cada nación, lleva la delantera en campañas alusivas al tema y jornadas de la debida concientización de la población.
Teniendo ahora los padres, la decisión final de permitir la administración de las mismas y si de forma consiente, seguirán el programa establecido para la vacunación infantil. Pero ¿cómo saber si esta actualizado el cronograma escogido? Observa primero qué es este programa de vacunación infantil.
Qué es el programa de vacunación infantil
El programa de vacunación infantil sugerido por los organismos competentes, no varía mucho de un país a otro. Y el mismo consiste, en seguir un cronograma durante los primeros doce años de vida del infante aproximadamente.
Dicho programa contempla la inmunización contra flagelos patológicos como la hepatitis, varicela, sarampión, parotiditis, rubeola, difteria, tétanos, tosferina, poliomielitis, rotavirus y cualquier otra enfermedad viral pertinente.
No existe un programa estándar, ya que puede verse sometido a cambios por la aparición de enfermedades nuevas, donde se requerirá inmunización de emergencia en las edades establecidas.
Solo en casos especiales se vacunará a personas mayores a las edades explicadas en este artículo.
Programa de vacunación infantil
El siguiente programa no es infalible, pero si es bastante completo. En caso de saltarse una vacuna, no existe ningún problema en que se retome en cualquier momento para evitar la exposición innecesaria del infante.
El programa de vacunación de forma cronológica pudiera ser de la siguiente manera.
- Desde el nacimiento: Vacuna contra la hepatitis B en los días inmediatos a la concepción.
- A los dos meses de nacido: Nueva dosis de la vacuna contra la hepatitis B, dosis contra la gastroenteritis causada por rotavirus, vacuna contra la difteria, polio, influenza tipo B, neumococo, meningitis.
- A los cuatro meses de nacido: Se repiten las dosis antes descritas excepto la vacuna de la hepatitis.
- A los seis meses de edad: Tercera dosis para la hepatitis B, rotavirus, gripe, neumococo, difteria, tétano, tosferina.
- Entre los doce y quince meses de edad: Corresponde la dosis respectiva en contra de la varicela, sarampión, parotiditis, rubeola. Así como también, el refuerzo de las vacunas de difteria, tétano, tosferina y neumococo.
- A los dieciocho meses de edad: Se debe vacunar en contra de la hepatitis A, se aplica la tercera inmunización de la hepatitis B y se hace lo propio con el virus de la polio.
- Entre los cuatro y seis años: Se debe administrar la cuarta dosis de la inmunización en contra de la polio. Lo mismo ocurre con la correspondiente a la varicela, difteria, tétano y tosferina.
- En la adolescencia: La vacuna para evitar el desarrollo de la bacteria Estreptococos Pneumoniae y se debe colocar a los doce años y luego repetir los dieciséis.
- Las reacciones adversas a las vacunas no representan un riesgo para la salud del infante. Por la comunidad de médicos que han tratado el asunto, coinciden que es un efecto colateral de ínfima relevancia.
Cómo saber si esta actualizado
El programa de vacunación infantil que estés siguiendo puede sufrir modificaciones por razones diversas, e inclusive ajenas al núcleo familiar inmediato. De forma adicional los avances en el área de la salud no dejan de impresionar a la comunidad de pediatras y especialistas en la puericultura.
En primera instancia se debe tener comunicación constante con el especialista. El pediatra que haya acompañado en los meses previos a la concepción, es el más indicado para seguir llevando el control de las inmunizaciones.
Si por alguna razón no se puede llevar un control cronológico, se puede acceder al ministerio que en la ubicación geográfica donde estés viviendo se encargue del área de la salud. Ubica la dirección electrónica del organismo, que de seguro tendrán un cronograma a seguir.
No hay razón para preocuparse de forma desmedida si se pasa un ciclo de inmunización. Lo mejor es en esos casos buscar la oportunidad para vacunar al infante y proteger no solo a él, sino también a la comunidad.