Algunas madres pueden experimentar problemas a la hora de amamantar a sus bebés. Con ayuda y con información adecuada sobre la lactancia, estos incovenientes pueden ser superados.
Si deseas amamantar a tu bebé pero surgen problemas, no te desanimes ni te rindas, ya que pueden tener solución y no tienes que dejar de darle el pecho a tu bebé.
Con mi primer bebé, yo tuve una muy mala experiencia sobre lactancia. Mi niña era muy pequeña y su boquita no se agarraba bien al pezón, por lo que me dolía mucho. Como quería darla mi leche, me aguantaba el dolor, pero pronto aparecieron las grietas hasta que los pezones comenzaron a sangrar.
Ya estaba a punto de darme por vencida, cuando con la ayuda necesaria conseguí superar este problema. Fue una etapa muy dura, pero al final no tuve que dejar de darle el pecho a mi bebé.
Si tienes algún problema a la hora de amamantar a tu bebé, no dudes en preguntar para recibir la ayuda necesaria.
Los problemas más comunes que pueden surgir con la lactancia materna son:
- El bebé no se agarra bien al pezón. Puede ser que no lo hace con fuerza o que lo hace mal.
- La leche no fluye bien. Si esto ocurre, puedes masajearte los senos, usar paños calientes o estimular los pezones para que la leche salga.
- Dolor en los pezones. Puede tratarse de una molestia normal, o una pequeña irritación. Si es algo más serio hay que consultar con el médico.
- Pechos demasiado llenos. Si siguen muy llenos después de alimentar al bebé, puedes sacarte algo de leche para descongestionarlos.
- Conductos de leche taponados. El problema podría solucionarse alimentando frecuentemente al bebé. Si no se resuelve en un par de días, deberás de consultar al médico.
- Infecciones en el pecho. Van acompañadas de fiebre y síntomas similares a los de la gripe, además de dolor en el seno. Deberás de acudir al médico.
- Poca reserva de leche. Amamanta a tu bebé con frecuencia para aumentar la reserva de leche.
- Senos que gotean. Esto puede ser muy incómodo para la madre.
- El bebé rechaza el pecho. Hay varias razones por las que un bebé pueda apartarse del pecho. Algunas son: puede estar resfriado, tiene gases, tu leche sale muy rápido, el bebé puede tener una infección llamada ubrera lo cual le dificulta alimentarse.