El pie plano es la falta de arco o una pobre definición del mismo. Puede afectar a uno o ambos pies.
El arco es una curva en la parte interna del pie que hace que al estar de pie nos apoyemos en la parte externa de éste.
El arco del pie se va formando según el niño crece. Hasta los 2 ó 3 años de edad es normal no tener todavía el arco del pie formado.
Hay dos tipos de pie plano: rígido y flexible.
El pie plano flexible es el más común. No existen molestias y el pie tiene la movilidad adecuada. El uso de plantillas o zapatos ortopédicos no suele recomendarse en casos de pie plano flexible, ya que suele evolucionar de manera espontánea y desaparecer la afección cuando el niño cumple los 6 años. Según los especialistas, lo importante es que el pie pueda moverse con libertad y no exista una anomalía importante. Por lo tanto, el pie plano flexible no requerirá tratamiento.
El pie plano rígido si presenta alteraciones importantes y por lo tanto dolor. Este tipo de pie plano puede deberse a anomalías congénitas en los huesos del pie o pérdida del arco debido a un mal funcionamiento de los músculos de la pierna. Los niños con pie plano rígido suelen tener dolor, callosidades y una limitación funcional. Suele requerir cirugía para corregir las deformidades y aliviar el dolor. Mediante la fisioterapia también se pueden mejorar algunas alteraciones en niños con pie plano rígido.