Expertos en medicina aseguran que gracias a los avances científicos, si es posible elegir el sexo de nuestro futuro bebé.
Existen diferentes métodos para poder elegir entre niño o niña. Algunos de estos métodos son bastante caros, pero más eficaces, mientras que otros son menos costosos o caseros, pero pueden no dar tan buen resultado.
El método Ericsson es un método americano algo caro (unos 700 euros), pero efectivo entre un 75% y 85% de los casos, dependiendo de si se intenta niño o niña. Este método es también conocido como “separación de semen”, y consiste en separar los espermatozoides masculinos de los femeninos. Esta técnica se lleva a cabo introduciendo los espermatozoides en un tubo de ensayo con líquido pegajoso. Los espermatozoides nadarán hacia el líquido, pero los masculinos son mas rápidos y llegarán primero. Se seleccionan los espermatozoides del sexo deseado para el bebé, y mediante una inseminación artificial se introducen en el útero de la madre.
El método Microsort es mucho mas caro, pudiendo costar unos 6.000 euros. Es una técnica que también consiste en separar los espermatozoides masculinos de los femeninos para después introducir los del sexo deseado en el útero de la madre mediante inseminación artificial o fertilización in vitro (aún mas caro). Para la separación de los espermatozoides se coloca colorante fluorescente en el semen. Luego, mediante un láser especial se ilumina el colorante. Los cromosomas X brillarán mas que los cromosomas Y, ya que son mas grandes y absorben mas colorante. El porcentaje de efectividad es algo más alto que el método Ericsson, pero todavía no se sabe si pueda tener algún riesgo.
El método de Shettles consiste en tener relaciones sexuales en los días más cercanos a la ovulación para tener un niño, y de 2 a 4 días antes de la ovulación si se quiere una niña. Esto se basa en la teoría de que los cromosomas masculinos “Y” son mas rápidos, pero no viven tanto tiempo como los cromosomas femeninos “X“. Lo bueno de este método es que no cuesta dinero ni requiere de procedimientos médicos invasivos. Lo malo es que hay que saber con exactitud cuando se está ovulando, por lo que hace falta la ayuda de un test de ovulación. Las probabilidades de acertar con esta teoría el sexo del bebé son de un 75%, según los doctores que crearon el método.
Diagnóstico genético pre-implantación (DGP) es una técnica casi 100% segura que se realiza en laboratorios genéticos. Mediante la fertilización in vitro se crean los embriones fuera del útero y se analizan para averiguar el sexo. Al principio esta técnica se usaba solamente para reducir el riesgo de enfermedades genéticas u otras razones médicas. Hoy en día solo puede realizarse este método en muy pocas clínicas si es para elegir el sexo del bebé sin razón médica alguna. Además este procedimiento es muy caro.