El anticonceptivo inyectable es un método anticonceptivo seguro, cómodo y muy efectivo.
Está compuesto de hormonas y existen dos tipos: de sólo progestina, o combinados (progestina y estrógeno).
Los anticonceptivos inyectables de sólo progestina
Se inyectan una vez cada 2 ó 3 meses, según el tipo. Actúan espesando el moco cervical, previenen la ovulación y hacen que el endometrio se vuelva más delgado para evitar la implantación.
Puede tener efectos secundarios comunes, como sangrado irregular, falta de menstruación, náuseas, dolores de cabeza o aumento de peso.
Es un método reversible, pero se puede tardar hasta 9 meses en quedar embarazada después de la última inyección.
Los inyectables de solo progestina no influyen en la lactancia materna.
Los anticonceptivos inyectables combinados
Contienen estrógeno y progestina. Los estrógenos que contiene son naturales y no sintéticos, por lo que los inyectables pueden considerarse más seguros que los anticonceptivos orales con estrógeno sintético.
Actúan engrosando el moco cervical e impiden la ovulación. Se administra mediante una inyección una vez al mes.
No se recomienda a mujeres fumadoras mayores de 35 años, ni a mujeres con tensión alta, diabetes, trombosis u otras condiciones cardiovasculares.
Puede producir efectos secundarios como sangrado irregular o prolongado, náuseas, dolores de cabeza, aumento de peso, acné, falta de menstruación, cambios de humor y sensibilidad en los pechos.