Los recién nacidos duermen mucho, entre 16 y 20 horas al día.
Cada bebé puede tener un patrón de sueño diferente y además este puede variar entre un día y otro.
Si tu bebé duerme durante el día más de 4 horas seguidas, es bueno que lo despiertes para alimentarlo, ya que así dormirá por la noche durante más horas seguidas y tu podrás descansar también.
Acuesta siempre a tu bebé boca arriba o de costado para evitar el síndrome de muerte súbita.
Es bueno crear una rutina para que el bebé aprenda mientras crece cuando es la hora de dormir.
Una rutina para antes de dormir puede ser bañar al bebé, cambiarle el pañal, ponerle el pijama, alimentarlo y crear un ambiente tranquilo y con poca luz para que pueda quedarse dormido más fácilmente.