En cada una de las etapas del parto ocurren hechos muy diferentes, signos y síntomas diferentes, donde iremos notando en nuestro cuerpo sensaciones diferentes. Por tanto vamos a ver en que consiste cada una de ellas.
La primera etapa se denomina Prodromos y para que nos entendamos es una fase un poco ambigua, en la que notamos contracciones pero éstas se van y luego vuelven y así… desesperante… en esta etapa puede indicarnos que el parto está próximo.
Podremos encontrarnos los siguientes síntomas:
- Nauseas y vómitos
- Mucha presión en la zona inguinal y pubis
- Dolor al andar
- Dolor de espalda como cuando baja la regla
- Contracciones irregulares
A los pródromos los denominamos primera etapa pero no representa una etapa del parto como tal, porque aquí todavía no estaríamos de parto, ya que las contracciones todavía no son regulares, y las que se producen en este período pueden ser útiles para producir el borramiento del cuello uterino o ir produciendo dilatación. Son muy molestas y pueden llegar a ser dolorosas pero no producen una dilatación eficaz.
La segunda etapa, es la llamada Dilatación cervical, donde aquí si estamos realmente de parto, esta etapa abarca desde el inicio de la dilatación hasta que el cuello está completamente dilatado alcanzando una dilatación de 10 cm.
Lo más característico en esta etapa son las contracciones regulares y dolorosas producidas para poder ir abriendo el cuello poco a poco. La duración de esta etapa es variable influenciada por diversos factores.
El bebé en esta etapa deberá acomodarse poco a poco e ir descendiendo, pero si aquí no va descendiendo no pasa nada, en el expulsivo le daremos tiempo.
Es una buena etapa para ir adoptando diferentes posturas, que nuestro cuerpo se mueva, si no podemos y preferimos estar tumbadas no pasa nada, debemos hacer lo que el cuerpo nos pida.
La tercera etapa consiste en el período llamado Expulsivo, que abarca desde el inicio de lo pujos hasta el nacimiento de nuestro bebé. Como decíamos anteriormente el cuello va abriendose hasta alcanzar unos 10 cm, momento en el que el bebé ya tiene hueco para ir descendiendo, en este momento la madre debido al descenso de la cabeza fetal puede notar mucha presión y ganas de empujar, momento en que es conveniente dejarse guiar por nuestros propios instintos.
Pero a diferencia de lo que mucha gente piensa, no se trata de dos pujos y ya se produce la salida… que va… especialmente durará más tiempo si existe analgesia epidural ya que la madre puede ser que no note las ganas de empujar y el proceso se alargará.
Aun así requiere de un tiempo que oscilará entre 1/2 hora y 4 horas, todo dependerá de las ganas que tenga de salir nuestro pequeño. En este período podeis sentir mucho alivio a la hora de empujar, además hay que saber que durante todo el proceso todo los profesionales vigilarán la frecuencia cardíaca de vuestro bebé e irán controlando todo, así como vuestro estado para comprobar que todo marche bien.
La cuarta y última etapa se denomina Alumbramiento, y abarca desde la salida del bebé hasta la expulsión completa de la placenta, además este período no es doloroso, ya que la salida de ésta no duele. En este período nuestro cuerpo trabaja mucho para intentar cerrar todos los vasos sanguíneos que la placenta ha dejado abiertos ya que recordemos que es gracias a ella que nuestro bebé ha estado alimentado 9 meses. El tiempo que tarda la placenta en salir oscila entre los 10 minutos y la 1/2 hora.
Pero después de este largo camino, llegamos a la recompensa final, nuestro bebé, y es entonces cuando todo se olvida.
Escrito por Margarita de Toro (Matrona) para EntreChiquitines.com
