Un día de concepción y la nueva vida ya late en un pálpito de 1 Mm. Entonces, se produce la división, ordenamiento y diferenciación de este botón de vida en células que comienzan a engendrar y a generar otras en un flujo continuo de armonía maravillosa, que parece obedecer a una señal secreta e invisible a los ojos de la ciencia.
Cada generación engendrada, recibirá igual información y poder reproductivo heredado de las células madres, de tal forma, existe un ritmo de gestación, dirigido misteriosamente y que dispone un orden preciso y perfecto para la formación armoniosa del bebé. Esta ordenación que se mueve hacia la gestación es llamado por muchos “Cibernética de Vida”, significando que existe un gobierno en que el organismo se ordena a sí mismo, mas, es sabido que esta dinámica de vida se da en toda la Creación, siendo es la especie humana, la más perfecta.
El hecho más trascendente ocurre a la tercera semana de gestación, cuando el bebé no es mayor que un granito de trigo. En ese minúsculo momento algunas células comienzas a seguir un ritmo de pulsación, latido que corresponde a la aparición del corazón. Casualmente, en este mismo momento emerge el órgano más extraño y misterioso del Universo: El cerebro. Para muchos entendidos, éste es el momento de la formación de una conciencia acuática prenatal, propia de la fluidez de la vida, pues se sabe que es la necesidad la que va estructurando el órgano.
Gracias al corazón y, primordialmente, al cerebro, se iniciará una gestación inicial de la vida sensorial y mental del nuevo ser. El cerebro comenzará a formarse a partir de la multiplicación de las neuronas, verdadero sistema de intercomunicación que irán formando un complejo sistema de señales conteniendo información.
De esta forma, emerge la vida mental, paulatinamente, produciéndose una maravillosa transformación con el inicio de la maduración nerviosa. El pequeño nuevo ser percibe, en el útero, una diversidad de múltiples estímulos que su nueva habilidad sensorial comienza a procesar la transmisión de las informaciones, interacción que irá desencadenando la maduración del nervio y, con ello, la especialización del cerebro que irá desarrollando progresivamente sus funciones. Este verdadero prodigio en la creación de los sistemas orgánicos potencia al ser humano para ser una especie con sensibilidad y conciencia de la misma, de su existencia y del mundo que lo rodea. Los 4 primeros meses de gestación del bebé hasta los 14 años de vida, constituyen el proceso de creación de esta conciencia.
Aurora Cancino Bórquez
Naturópata Holística