Las manos están en continuo contacto con los objetos que tocamos a lo largo del día, sobre todo las de los niños. Suponen, por tanto, un excelente vehículo para el transporte de gérmenes causantes de enfermedades, entre otras, de tipo gastrointestinal.
Por ello, resulta imprescindible inculcar a nuestros hijos el hábito de un lavado de manos frecuente y cuidadoso. Deben hacerlo siempre antes de comer, tras ir al baño, entrar en contacto con animales, toser o estornudar, etc.
Pero a veces, el lavado convencional de las manos, o el uso de las toallitas para niños puede ser insuficiente o, puede que no dispongamos en ese momento de agua y jabón.
Actualmente existen en el mercado geles desinfectantes (también llamados higienizantes), que no precisan el uso de agua y jabón, ni secado, pues se aplican directamente sobre las manos del niño, y se frotan hasta su completa absorción (unos 30 – 60 segundos).
Es importante que, en la aplicación, se insista en la zona de las uñas, que es donde se alojan el 95% de los gérmenes.
Su actividad antiséptica radica en que, básicamente, se trata de soluciones hidro-alcohólicas, es decir, mezclas de alcoholes y agua. El resto de componentes suelen ser agentes suavizantes, emolientes y esencias, entre otros, que hacen que el producto resulte agradable al aplicarlo.
Recientes estudios científicos, realizados en colegios de EE.UU., confirman que el uso de geles desinfectantes de manos en los niños, reducen significativamente el riesgo de contraer enfermedades gastrointestinales, frente al lavado de manos convencional (con agua y jabón).
De hecho, este sistema de desinfección de manos, empieza ya a implantarse en algunas guarderías, granjas – escuela, comedores escolares, y todo tipo de instalaciones infantiles donde, por diversos motivos, exista riego de contagio de enfermedades gastrointestinales.
Son numerosas las ventajas del uso de estos geles, que podríamos resumir en las siguientes:
- Alto poder desinfectante frente a multitud de gérmenes
- En su formulación incluyen componentes suavizantes (glicerina, etc…), que impiden que el resto de componentes resulten agresivos para la piel del niño. Incluso, algunas fórmulas refuerzan el efecto suavizante con Aloe Vera.
- Se comercializan en diversos formatos de unos 50 – 80 ml, muy fáciles de transportar, por su pequeño tamaño. Suelen contar, además con tapones y dosificadores que suministran la dosis correcta de producto, e impiden su derrame accidental.
- El lavado de manos resulta más cómodo, rápido y efectivo que el empleo de agua común.
- Secan rápidamente, manteniendo su efecto anti-microbiano durante más tiempo, y sin peligro de que el niño se intoxique si se lleva las manos a la boca.
- Su viscosidad permite que el producto no salpique y que penetre fácilmente en toda la superficie de palmas, dedos y uñas.
Referencias:
“Reducing Absenteeism From Gastrointestinal and Respiratory Illness in Elementary School Students: A Randomized, Controlled Trial of an Infection-Control Intervention”
Autores:
J. Sandora, MD, MPHa,b, Mei-Chiung Shih, PhDc,d and Donald A. Goldmann, MDa
Publicación: Published online June 2, 2008
PEDIATRICS Vol. 121 No. 6 June 2008, pp. e1555-e1562 (doi:10.1542/peds.2007-2597)
http://pediatrics.aappublications.org/cgi/reprint/121/6/e1555 (en formato PDF)
