El cuerpo de un niño no es como el de un adulto, ya que responde de diferente manera a ciertos factores como las temperaturas altas y la deshidratación.
Los niños no toman por si solos todo el agua que deberían, por lo que necesitan a los padres y profesores para recordarles que deben beber suficiente agua para estar bien hidratados.
Durante el verano y con la práctica de deportes y ejercicios, es necesario que los niños beban mucha agua para prevenir la deshidratación.
Síntomas de deshidratación e hipertermia en niños
Los niños que se deshidratan muestran síntomas y señales como sed, poca orina, boca y piel secas, fatiga, mareos, confusión y un incremento en el ritmo cardíaco y respiratorio.
Además, un golpe de calor (hipertermia), puede hacer que el niño se muestre frío, pálido y sude mucho. Sus pupilas estarán dilatadas y podría sufrir fuertes dolores de cabeza acompañados de náuseas y vómitos.
La mejor manera de evitar la deshidratación es prevenirla. Los niños que hacen deporte deberán de beber agua antes, durante y después de realizar actividades deportivas.