Entre los 12 y los 15 meses los niños empiezan a adquirir uno de los logros más importantes: la psicomotricidad fina. La adquisición de tal habilidad implicará multitud de actividades futuras como escribir, pintar, coger objetos, dibujar, recortar, etc. Es necesario un nivel de madurez, a partir del año, ya que requiere de un alto grado de coordinación y precisión de los músculos de la mano, del brazo y de la visión.
La falta o dificultades del desarrollo de la psicomotricidad fina pueden implicar complicaciones en la lectoescritura, manipulación de objetos pequeños, problemas para coger bien el lápiz, etc. Por eso, es importante ayudarles a desarrollarla lo más tempranamente posible.
Sabiendo que el juego es uno de los mejores medios por los cuales los niños más aprenden, se divierten e interiorizan lo adquirido, aquí os traigo algunos juegos para potenciar la psicomotricidad fina en los más pequeños:
1. Algo que les encanta a los niños, que desarrolla esta habilidad y además potencia su creatividad es el uso de la plastelina. Cómprale plastelina de colores y jugad a hacer animales, personas o cualquier cosa, de forma que el pequeño utilice las manos, la tenga que aplastar, dar forma, mirar, etc.
2. También es muy recomendable la pintura para dedos. Solo necesitas un pechito, ropa vieja, papel y las pinturas. El pequeño disfrutará mucho viendo los colores, manchándose y pintando el papel. Con ello se estará desarrollando la coordinación ojo-mano y fortaleciendo los músculos de la mano.
3. Y por último, os propongo los instrumentos musicales de juguete como el tambor o el xilófono para que el pequeño vaya desarrollando su psicomotricidad fina gracias al uso de las baquetas (tener que cogerlas, moverlas para tocar, coordinar la mano y el ojo, etc.)
Escrito por Laura Cifuentes para EntreChiquitines.com