El niño mediante la pintura puede expresar sus sentimientos y emociones desde muy pequeño.
Comenzando con garabatos y poco a poco con dibujos, los padres pueden aprender a interpretar lo que sus hijos plasman en un papel.
No solamente bastará con analizar un dibujo, sino que hay que hacerlo durante un período de tiempo, para lograr una completa interpretación de como se siente el niño en esa etapa determinada de su vida.
En un dibujo suele haber detalles que determinan la personalidad y lo que siente el niño:
- Tamaño. Los dibujos grandes significan seguridad. Los dibujos pequeños corresponde a niños soñadores.
- Posición. La posición del dibujo en el papel determina diferentes aspectos. El niño que dibuja en la parte de arriba del papel es curioso, imaginativo e intelectual. El que pinta en la parte inferior del papel puede ser un niño realista y estable. La zona de la izquieda indica apego al pasado. El lado derecho indica pensamientos hacia el futuro.
- Colores. Demasidos colores oscuros puede mostrar ansiedad o tristeza en el niño. El rojo refleja energía y vida, pero también agresividad si se usa demasiado y con dibujos violentos. El amarillo indica optimismo, curiosidad y ambición. El naranja indica impaciencia y relaciones con los demás. El azul muestra tranquilidad, paz e introversión. El verde refleja equilibrio, sensibilidad e intuición. El negro indica confianza en si mismo y adaptación. El marrón indica estabilidad y responsabilidad. El gris muestra un niño inseguro. El rosa necesidad de ternura.
- Tachones. El niño que hace tachones indica agresividad.
- Trazo. Trazos redondeados o curvas indica en el niño un espíritu dócil y sensible. Los trazos rectos o geométricos indican realismo.
- Presión. Poca presión indica inseguridad. Mucha presión indica agresividad. Una presión correcta indica entusiasmo.