Los hábitos de higiene infantil son imprescindibles para proteger a los niños de los peligros medioambientales que les rodean y que pueden provocarles problemas de salud.
La higiene les va a proteger de muchas enfermedades e infecciones, y además, les va a proporcionar vitalidad y que sean totalmente aceptados en la sociedad, lo que influirá muy positivamente en su autoestima y autonomía personal.
Cuando son bebés hasta más o menos los dos años de edad, su hábito de higiene es pasivo, es decir, son los padres los que acometen el total de las actuaciones a realizar para que los niños vayan limpios.
A partir de esta edad ya pueden empezar a entrar en un fase colaborativa en la que ellos nos ayuden en las tareas de higiene, para poco a poco llegar a la fase autónoma, más o menos a los 5 o 6 años, en la que ya deberían realizar todo el proceso totalmente solos, aunque siempre con una supervisión general desde cierta distancia.
¿Qué comprende los hábitos de higiene infantil?
– Lo principal es la ducha o baño diario. Es muy importante que se bañen cada día ya que además de que lo necesitan, es la mejor forma de inculcarles el hábito de la higiene. Todos los hábitos son muy difíciles de modificar, tanto si son buenos o malos, por lo que si tienen este hábito bueno, ellos autónomamente lo harán en el futuro.
– Ir al lavabo de forma correcta. En este sentido, aunque a las mamás no nos guste, hay una diferencia entre niños y niñas, ya que ellos quieren hacer pipí de pie. Lo más limpio es que lo hicieran sentados, pero como les es más cómodo y ven a su papá o hermanos, o demás niños del colegio hacerlo, es muy difícil de impedir, por lo que hay que enseñarles bien a que manchen lo menos posible el lavabo y su propia ropa.
– Lavarse las manos después de ir al baño. Ningún niño ni niña ha de salir del aseo sin haberse lavado las manos. Este hábito es muy importante que lo aprendan desde bien pequeñitos, ya que si no lo hacen, la cantidad de bacterias que se les quedan en las manos pueden provocarse a ellos mismos o a otros, problemas de salud.
– Enseñarles a sonarse la nariz, o al menos, cuando son más pequeños, a que ellos mismos pidan que se les limpie. Ya sé que los niños siempre tienen mocos en la nariz, pero esto no implica que no se les tenga que ir limpiando, primero por estética y luego por su propia salud, ya que segregan esos mocos porque les han entrado algún virus ante los que el cuerpo se defiende, por lo que hay que ir eliminándolos.
– Taparse la boca al toser y además, si es posible, no con las manos, y mucho mejor si es con la zona del interior del codo, ya que al taparse con la boca, los virus van directos a la mano, y ésta, por contacto con los otros niños acaba por contagiarlos, o contagiarte a ti…
– Enseñarles a usar las papeleras. Afortunadamente en nuestro país hemos avanzado bastante en este sentido, pero aún queda mucho por mejorar. Desde bien pequeños tienen que aprender que no se puede tirar nada al suelo. ¿Verdad que no les dejas hacerlo en casa?
– Higiene dental. La higiene dental es un hábito vital para su salud desde el mismo momento en que nacen. De bebés cada día es bueno pasarles una gasa húmeda por las encías después de cada toma y cuando ya les salen los primeros dientes, empezar un cepillado suave con una lágrima de pasta adaptada a su edad.
– Por último, es muy importante enseñarles a que su zona de actuación y sus cosas han de estar limpias y ordenadas (juguetes, mochila de cole, etc)
¿Cómo realizar un baño correcto?
– En primer lugar, es indiferente un baño que una ducha a niveles higiénicos. Puedes elegir el método que prefieras, o combinarlo según tu necesidad. Por ejemplo, ducharlos entre semana que hay menos tiempo, y bañarlos el fin de semana. Da igual, lo importante es que sea diario.
– Tanto si eres tú el que lo bañas, como si ya es un poquito mayor y lo hace él o ella solos, hay que prestar mucha atención a ciertas partes del cuerpo, como las axilas, rodillas, pies, manos, zona de los genitales y recto, además del cabello, claro.
– En el lavado de la cabeza hay que enjabonar bien y llegar con los dedos al cuero cabelludo. Cuando se empiezan a lavar solos, este tema suele quedar un poco descuidado. Luego el aclarado ha de ser completo, por lo que se le tiene que enseñar bien en este sentido también.
– Respecto a los genitales, las niñas hay que enseñarles a que se laven de adelante hacia atrás, para de esta forma, evitar que las bacterias del recto puedan afectar a la vulva y la vagina. No es necesario abrir los labios de ésta. Simplemente ha de limpiarse la zona que cubre la braguita.
– En los niños, sólo si el pediatra ha recomendado retirar la piel del prepucio, se tendrá que hacer con muchísimo cuidado de no hacerle daño o alguna laceración. Si el pediatra no lo ha prescrito, es mejor no hacer nada.
– Siempre es mejor que el baño comience por la cabeza y vaya de forma descendente, sobre todo en las niñas, ya que si es al revés, podemos ensuciar una zona que ya hemos limpiado.
– Cuando salen del baño, hay que secarlos bien y enseñarles a hacerlo cuando ya son más mayorcitos.
Recuerda que si el niño interioriza estos hábitos, no le costará nada después hacerlo en el futuro, por lo que habremos hecho la mejor inversión posible en su salud.
Escrito por Beatriu Dàvila para EntreChiquitines.com