El golpe en la cabeza en un niño es un buen susto que nos llevamos todas las mamás, y digo todas, porque prácticamente todos los niños, en un momento u otro acaban pasando por ello.
Hoy voy a hablar de los que son un poquito fuertes, es decir, los que provocan como mínimo un chichón, o bien los que pueden producir algún efecto mucho más grave. Este tipo de golpes, en lenguaje médico reciben el nombre de traumatismo craneoencefálico, y aunque el nombre asusta un poco, se refieren a los que provocan un daño físico tanto a nivel cerebral, como en la parte externa de la cabeza (los chichones).
¿Qué provoca un traumatismo en la cabeza de un niño?
Los niños no paran y además, no son conscientes del peligro, así que en cualquier momento pueden padecer uno.
– En los que son más bebés, los menores de un año, generalmente suelen ser caídas por descuido, que puede ser infinitamente pequeño, de la persona que lo cuida en ese momento (desde el cambiador, la cama, el sofá, etc.). Basta con girar la vista un segundo y el niño ya se ha dado la vuelta y se ha caído. La precaución de la persona que está cargo en un determinado momento del bebé ha de ser máxima.
– Cuando el bebé cumple un año y hasta los 2 aproximadamente, es cuando comienzan a caminar, así que mientras van aprendiendo, van cayendo y a veces, con poca fortuna. En este caso el cuidador ya poca cosa puede hacer para evitarlo.
– Cuando ya tienen tres años cumplidos, y hasta los 5 o 6, el niño literalmente, no para quieto. Corre, salta, brinca, se sube a todas partes, y claro, un día u otro, se la acaban dando. También aquí poco podemos hacer, ya que aunque hay que inculcarles que tengan cuidado, tampoco podemos instalarles el miedo en el cuerpo y no dejarles que hagan nada. Es la etapa que más golpes se dan.
– Desde esta edad hasta los 9 o 10 años, es cuando llegan las bicis, los patines, etc. y la mayoría de las veces, los niños los usan sin casco, así que en este caso, aunque hay que dejarles utilizar esos aparatos, hay que obligarles a que lo utilicen, enseñarles educación vial para evitar atropellos y no permitirles que los usen de noche.
– Más allá de esta edad, normalmente la mayoría de niños practican algún deporte, por lo que los golpes en la cabeza suelen venir por ahí.
– Y en todos los grupos de edad, están los accidentes de tráfico. Aquí la recomendación es clara, sillita homologada perfectamente atada y precaución al volante.
Los chichones, ¿qué hacer?
La inmensa mayoría de las veces que un niño se da un golpe en la cabeza, lo que acaba teniendo es simplemente un chichón, es decir, un hematoma.
– Le hace daño, como cualquier golpe que te das en cualquier parte del cuerpo, por lo que es normal que llore, de hecho, es muy buena señal. Si además tiene buen color y todas sus reacciones son normales, seguramente estaremos ante un futuro chichón.
– Si pasado un rato, deja de llorar y está bien, la cosa, en principio, no habrá pasado de ahí.
– Puedes aplicarle compresas frías o hielo envuelto en un trapo (nunca directamente sobre la piel). Media hora puede ser suficiente. Con esto evitarás que se le haga demasiado grande.
– Lo le cubras la zona, es mejor dejarla al aire.
Conmoción cerebral
– El cerebro es un órgano compuesto por un tejido blando, que se encuentra dentro del cráneo, que es un conjunto de huesos muy duros y que se encuentra en un medio líquido, el líquido cefaloraquídeo.
– Esta configuración es la que protege al cerebro de que no le pase nada en circunstancias normales, pero cuando se produce un fuerte golpe en la cabeza, el cerebro se puede mover bruscamente dentro de ese medio, chocando contra las paredes del cráneo y provocando una inflamación, o rotura de algún vaso, etc, pudiendo provocar también una conmoción cerebral.
Síntomas para acudir a un hospital
– Si notas que hay una lesión en el hueso del cráneo. Para tu tranquilidad, este hecho no implica necesariamente que tenga que tener una lesión cerebral.
– Puede vomitar una vez y no ser nada, ya que puede haber pasado por el mismo dolor, pero si se repite, ya hay que acudir al centro sanitario.
– Pérdida de consciencia aunque sólo sean unos segundos. En principio, menos de un minuto no pasaría nada, pero llévalo de todos modos.
– Si el niño está somnoliento.
– Si dice que ve borroso.
– Si le duele la cabeza más allá de lo que es el chichón.
– Si el niño es un bebé de meses, ya que son los más vulnerables.
– No lo muevas si crees que se puede haber hecho daño en las cervicales. Mejor en este caso llamar a urgencias. En España ahora recuerda que está todo unificado en el teléfono 112.
¿Qué le harán en el hospital?
– Afortunadamente, la inmensa mayoría de las veces, mandarlo a casa.
– El pediatra le hará una exploración neurológica y quizá, si ve algún riesgo, le mande alguna prueba, como un TAC para ver todas las zonas del cerebro y descartar una lesión.
– Si ve algo, entonces podría requerir que se quede en el hospital.
Vigilancia cuando ya está en casa
Te pueden enviar el niño a casa, pero seguramente te dirán que lo vigiles durante 24 o 48 horas. En este caso, es mejor hacerle un pequeño examen cada 2 o 3 horas, incluso aunque se haya dormido, despertándolo un momento para comprobar que todo va bien. Si aparece o empeora alguno de los síntomas que te digo a continuación, habría que llevarlo de nuevo a Urgencias.
– Si está confuso o desorientado.
– Si llora continuamente o está anormalmente irritado.
– Si no le baja o le aumenta el dolor de cabeza.
– Si pierde el conocimiento.
– Si le da alguna convulsión.
– Si alguna parte de su cuerpo no funciona bien.
– Si tiene demasiado sueño y le cuesta mucho despertarse.
– Si aparece algún líquido o sangre por la nariz o los oídos.
Recuerda, como siempre te digo en este tipo de posts, lo mejor es que mantengas la calma y pienses con toda la claridad posible. Si coges el coche para llevarlo al Hospital, sobre todo no corras, ya que lo peor que le puede pasar es tener otro golpe por un accidente.
Escrito por Beatriu Dàvila para EntreChiquitines.com