Los bebés crecen muy rápido y, cuando dejan de ser bebés, siguen pasando por diferentes etapas de su desarrollo y crecimiento como explorarlo todo, hacer preguntas sin parar, jugar y reírse…
Los tres primeros años de vida son un período de crecimiento rápido al que se le denomina etapa de la primera infancia. A partir de los 3 años de edad y hasta que alcanzan la adolescencia, es una etapa a la que se le llama período de crecimiento estable.
EL NIÑO A PARTIR DE LOS 3 AÑOS
A partir de los 3 años los niños se vuelven muy activos y ya saben hablar, por lo que cambia la forma de comunicarnos con ellos. También pueden mostrar interés en tocar algún instrumento y les gusta hacer ruido con ellos (pandereta, tambor…).
Cuando cumplen los 3 años es cuando comienzan a entender el NO, pero es importante utilizar las frases de manera afirmativa para que capten mejor el mensaje. Por ejemplo, en vez de decirle “no tires el juguete al suelo”, puedes decirle “guarda tu juguete en la caja”. A esta edad ya son mucho más receptivos y entenderán cuando nos ponemos contentos por algo que han hecho bien.
Su forma de ser también cambia y ahora son más sociales e independientes. Les gusta pasar tiempo dibujando y mirando libros.
Los niños de 3 y 4 años ya son capaces de compartir (aunque a algunos les cuesta más que a otros), comienzan a tener algunos miedos, usan palabras para expresar cómo se sienten y hacen muchas preguntas, como “¿por qué…?”.
A PARTIR DE LOS 5 AÑOS
A partir de los 5 años los niños ya comienzan a aprender matemáticas, les gusta participar en juegos de grupo y ya han desarrollado más su capacidad de razonamiento. Es una edad en la que el niño ya tiene consciencia y comienza a entender el por qué y para qué de las cosas, por eso se vuelven muy curiosos.
Poco a poco se volverán más responsables con sus actividades diarias y comprenderán mejor lo que es el respeto y aprenderán a ser obedientes. Pero aunque podemos ver que nuestros hijos crecen y se vuelven más independientes, todavía son pequeños y seguirán aprendiendo y desarrollándose hasta la pubertad.
A partir de los 5-6 años lo habitual es que controlen la orina por las noches, aunque hay niños que, a pesar de mantenerse secos durante el día, todavía no pueden controlarla mientras duermen. Esto se llama incontinencia infantil y es un problema que afecta a un gran porcentaje de niños a esta edad. Todavía podrían tardar meses o incluso años en lograr controlar la orina por las noches, ya que su organismo tendrá que madurar más.
Para ayudarle a que no moje la cama hay que evitar que beba mucho líquido antes de acostarse. También debemos recordarle que no pasa nada si se despierta por la noche mojado y podemos pedirle que nos ayude a cambiar las sábanas de la cama. Tenemos que evitar que se sienta mal o culpable por mojar la cama y explicarle que es normal.
Mientras aprende a controlar la orina por las noches se le pueden poner braguitas o calzoncillos absorbentes, como los DryNites® que es como llevar ropa interior de verdad pero que le mantendrá seco toda la noche sin sentir que está utilizando pañales.
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