El uso del chupete es un gran dilema que tenemos muchos padres, porque de entrada está clarísimo su uso para tranquilizar y calmar a nuestro bebé. Agregando a ello chupete en inglés es ‘pacifier’, que significa pacificador; pero cuando empezamos a investigar sobre el tema vemos que tiene algunas ventajas y algunas desventajas más.
¿Se recomienda el uso del chupete?
Está visto y demostrado que el uso del chupete puede interferir en la lactancia materna, ya que el movimiento de la lengua, las mejillas y la mandíbula es muy diferente. Además, puede confundir al bebé y que probablemente rechace el pecho.
Se recomienda que si quieres darle el chupete a tu bebé, lo hagas cuando la lactancia esté bien establecida, que suele ocurrir hacia el mes o mes y medio, según cada bebé.
Se ha demostrado un efecto protector de riesgo del síndrome de la muerte súbita del lactante, cuando un bebé hace el uso del chupete mientras duerme
La gran mayoría de los papás lo utilizan para calmar y tranquilizar al bebé cuando llora, pero recuerda que hay otras formas de calmar a un bebé, como el contacto piel con piel o acariciarlo.
El uso del chupete ayuda a evitar que el bebé adquiera el hábito de chuparse los dedos, esto para evitar futuras consecuencias, como maloclusión dental, problemas de pronunciación y fonética.
Si decides que tu bebé utilice el chupete, debes ofrecérselo en periodos cortos de tiempo, como antes o después de comer. Por otra parte, no se recomienda endulzar el chupete con azúcar, miel o cualquier otro alimento. Estas creencias deben ser eliminadas si uno piensa que así un bebé se calmará antes.
Si tu bebé llora, descarta que tenga hambre, sueño, esté aburrido o tenga el pañal sucio, antes de ponerle el chupete para que se calme. No le cuelgues el chupete del cuello, utiliza la cadena recomendada. También evita que tu niño muerda o estire la tetina del chupete.
¿Y qué chupete es el mejor?
Es importante que siga la normativa de AENOR (Asociación Española de Normalización y Certificación – Normas EN 1400-1/2/3:2002 y UNE-EN 12586:2000), para que el chupete sea considerado seguro.
Estas normas concluyen que un chupete debe:
– Estar hecho de material plástico.
– Tener bordes redondeados.
– Poseer una anilla o tirador que permita extraerlo de la boca.
– La tetina no puede ser superior a 3,3 cm.
La base del chupete debe ser lo bastante grande para evitar que el niño pueda introducirse todo el chupete en la boca, con el consiguiente riesgo de asfixia.
– No deben llevar pegatinas ni etiquetas ni nada en el interior de la tetina.
– Si lo utilizas con cadena, ésta debe tener una longitud máxima de 220mm para evitar el estrangulamiento.
Del material que se elija, ya sea látex o silicona, dependerá principalmente del gusto de bebé, pero se aconseja que a partir de la aparición de los primeros dientes, el chupete sea de látex porque son más resistentes a los mordiscos.
En cuanto a la forma de la tetina si es mejor la redonda, la anatómica o la simétrica, pues lo mismo, determinará la elección las preferencias de tu bebé.
Cuidados y mantenimiento del chupete
Se aconseja esterilizarlo antes del primer uso. Puedes seguir las normas del fabricante, pero normalmente se hace hervir durante 5 minutos. Es importante dejarlo enfriar bien antes de que se lo des a tu bebé.
– Debes lavarlo con frecuencia con agua y jabón suave y enjuagarse muy bien en cada lavado.
– Si ves que el chupete tiene grietas o si le faltan trocitos, tíralo y sustitúyelo por uno nuevo.
– Antes de estrenar o darle un chupete acostúmbrate a revisarlo para que no tenga ninguno de estos desperfectos.
– Cambiarlo con cierta frecuencia.
¿Cuándo se debe sacar el chupete?
Otra cuestión controvertida: hay pediatras que recomiendan su uso hasta los 2 años, otros dan margen hasta los 3 y algunos dicen que lo máximo ha de ser al año. Cuanto antes lo hagas, menos ‘enviciado’ estará tu niño, y si esperas a que sea mayorcito, mejor podrás “negociar” la retirada. Pero te dejo unos consejos para que te orientes y te ayuden:
– La edad para retirar el chupete, que suele ser algo más aceptada, es hacia los 2 años, pero a partir del año, más o menos, se debe restringir su uso.
– ¿Sacarlo poco a poco o de golpe? no está demostrado que es mejor, pero dependerá de cada niño.
– No castigues ni te burles de tu niño si aún utiliza el chupete y se resiste a dejarlo, puedes conseguir que lo necesite más por la situación de estrés que le provoca tus riñas. En cambio, puedes felicitarlo y alabarlo cuando decida dejarlo porque ya es mayor.
– Puedes aprovechar fechas importantes para animarlo para que se deshaga de su ‘querido compañero’. Ejemplos como que los Reyes magos se lo llevarán, tirarlo el día de su cumpleaños o regalárselo a un bebé nuevo en la familia son una de las mil ideas que puedes tener. Todo es cuestión de imaginación.
– Si después de dejarlo, se vuelve a acordar de él y te lo pide, debes mantenerte firme y no dárselo. Es fácil que vuelva a caer en el ‘vicio’. Recuérdale que ya es muy mayor para usarlo y que ya no está en casa.
Así pues, desde la sanidad y especialmente desde la Enfermería, la intención es informar sobre de los efectos, ya sean positivos o negativos, del chupete, más que recomendar o prohibir su uso.
Escrito por Beatriu Dàvila para EntreChiquitines.com