El cordón umbilical es el medio por el que el feto desarrolla todas sus funciones en la vida intrauterina, es su medio de vida y de conexión con el cuerpo materno.
El cordón está compuesto por tres vasos sanguíneos, de ellos dos son arterias encargadas de ir a oxigenar la sangre fetal y una vena que aporta al bebé todos los nutrientes y gases necesarios para oxigenar todos sus tejidos.
El cordón se mueve junto con el bebé por el líquido amniótico, interaccionando con todas las partes del feto, y pudiendo formar nudos, compresiones o liarse sobre sí mismo, lo cual no indica peligro, ya que si el bebé se enrollara con su cordón no pasaría nada ya que no respira por la boca, y la probabilidad de resultado nefasto por nudo verdadero es bajísima. Además lo que protege al cordón de todos los nudos y compresiones es su perfecta composición, ya que está barnizado por una sustancia que está destinada a evitar todas estas posiciones anómalas del cordón, esta sustancia recibe el nombre de Gelatina de Wharton.
En el momento del nacimiento el cordón representa un apoyo y ayuda en los primeros momentos de vida, ayudando y haciendo más llevadera los primeros momentos de adaptación a la vida extrauterina.
De ahí la importancia de mantener el contacto piel con piel y no cortar el cordón durante los primeros momentos, sino más bien esperar a que por sí sólo deje de latir.
En cuanto a los cuidados sobre el cordón umbilical, siempre existe mucha controversia, pero es algo sencillo y que no plantea dificultad alguna.
En muchos sitios se aconseja la utilización de métodos antisépticos para limpiarlo, esto hoy en día debido a las condiciones de asepsia que existen en los partos, así como en el material utilizado para cortar el cordón y la posterior vacuna del tétanos se previenen todas las enfermedades e infecciones que podían dar lugar en el bebé durante los primeros momentos, y que hacían que durante décadas el ombligo fuera curado con infinidad de soluciones diferentes haciendo que a las mamás se les haga un lío verdadero de como limpiarlo.
Los cuidados del cordón son sencillos, e implican el lavado diario de todo la zona del cordón, así como la piel de alrededor que también es muy importante.
Posteriormente se procederá a secarlo minuciosamente, levantando el cordón y secando por todas las partes, así como la piel circundante.
Y olvidaos de gasas reliadas, compresas, jabones especiales, antisépticos y mucho menos alcohol.
Cumpliendo estas normas básicas de higiene no debe existir ningún problema. Se ha observado que el uso de antisépticos retarda la caída del cordón umbilical.
Este cordón debe estar seco y debe tener buen aspecto hasta que se produzca su caída, que será normalmente entre 3-8 días.
Los signos que nos pueden indicar que la higiene es insuficiente o que no está en buen estado son: Enrojecimiento de la zona circundante, mal olor o color anómalo, y ante estos signos deberemos acudir al pediatra para que evalúe el proceso de caída del cordón.
Limpiarlo con jabón y secarlo correctamente, son las únicas cosas necesarias para mantener el cordón en perfecto estado.
Escrito por Margarita de Toro (Matrona) para EntreChiquitines.com