El aborto espontáneo suele ocurrir durante el primer trimestre de embarazo y se produce en más del 20% de embarazos. Según va progresando el embarazo van disminuyendo las probabilidades de un aborto espontáneo.
Muchas veces no hay una causa en concreto por la que ocurre un aborto, pero se cree que sucede porque el cuerpo reconoce que algo no está yendo bien en el embarazo o el desarrollo del bebé y se produce un proceso natural que detiene la gestación.
El aborto espontáneo puede ser una gran pérdida para la pareja, ya que estaban ilusionados con el bebé y ya estaban haciendo planes para su llegada, incluso puede que ya hubieran dado la noticia a amigos y familiares y de pronto todo se desvanece.
Después de un aborto espontáneo suelen llegar muchas dudas y preguntas…. ¿Podré quedarme embarazada de nuevo?, ¿Volveré a perder a mi bebé si me quedo embarazada?, ¿por qué perdí a mi bebé?…
Consulta con tu médico cualquier duda que tengas. No te sientas culpable por el aborto. Actividades normales como el ejercicio, el sexo o una pequeña caída no suelen causar un aborto. Seguramente el médico te recomiende esperar un poco antes de volver a intentar quedarte embarazada, ya que necesitas descansar y que tu cuerpo se recupere.
¿Cómo saber si estoy sufriendo un aborto?
Ante cualquier tipo de alarma es importante llamar al médico para que te diga que debes de hacer. Si tienes alguno de los siguientes síntomas puedes estar sufriendo un aborto espontáneo:
Síntomas de un Aborto Espontáneo
- Poco sangrado o manchas. Un derrane color rosado o marrón que no es abundante, puede ser señal de que algo no va bien.
- Dolores abdominales con sangrado. Es normal sentir dolores similares a los que se sienten con la menstruación, pero si están acompañados de sangrado puede ser señal de aborto.
- Mucho sangrado. Sangrado con un tipo de sangre roja brillante y abundante.
- Dolores muy fuertes. Se pueden sentir dolores que vienen y van y son muy intensos, o un dolor continuo que es mucho más fuerte que lo que se siente con la menstruación.
- Coágulos grandes. Si aparecen coágulos (blancos o grises), con coágulos de sangre, puede ser que ya se haya sufrido un aborto.