El cérvix o cuello uterino es una apertura que se encuentra en la parte inferior del útero. A través del cérvix es por donde sale del útero la sangre cuando la mujer tiene la menstruación. También es por donde entran los espermatozoides para alcanzar el útero y las trompas de Falopio durante la fecundación.
Lo normal es que el cérvix de una mujer mida entre 3 y 4 centímetros de largo y 2,5 cm. de diámetro aproximadamente. En el parto, la longitud del cérvix disminuye por completo y comienza a dilatarse, llegando a abrirse hasta 10 centímetros, para que pueda pasar el bebé.
Cérvix, o cuello uterino insuficiente, es un trastorno que ocurre cuando el cuello uterino comienza a abrirse de forma prematura, antes del parto, por lo que puede resultar en un aborto o un parto prematuro.
La mujer que padece insuficiencia cervical no suele presentar ningún síntoma, por lo que puede no darse cuenta de que lo padece hasta que ya ha sufrido un aborto. El cérvix incompetente se puede diagnosticar mediante una ecografía.
Aproximadamente un 25% de abortos que ocurren después de la semana 14 de embarazo, se deben a una insuficiencia del cérvix.
Tratamiento
Cuando se da el caso de una mujer embarazada con cuello uterino insuficiente, el médico suele recomendar reposo absoluto, no tener relaciones sexuales y a veces puede recomendar un cerclaje.
Un cerclaje es un procedimiento quirúrgico donde se cose el cérvix y de esta forma se evita que se abra antes del parto. Cuando llega el momento del parto se retiran los puntos para permitir salir al bebé.
Muchas mujeres que presentan un cuello uterino corto durante su embarazo, no se someten a un cerclaje y aún así tienen hijos sanos y no prematuros.