Cómo la Obesidad Afecta Negativamente a la Inmunidad

La obesidad es una grave enfermedad que afecta a una gran cantidad de personas alrededor del mundo. Las personas obesas son más propensas a sufrir varios y graves problemas de salud y a su vez, una de las grandes dudas es ¿Cómo la obesidad afecta negativamente a la inmunidad? ¿Esto es cierto?

Debemos tener en cuenta que las personas obesas son mucho más propensas a sufrir enfermedades infecciosas, esto es debido a la cantidad de energía ingerida la cual impacta de manera negativa en el sistema inmunológico. No es precisamente una novedad el hecho de que muchas dietas ricas en grasas pueden llegar a reducir la inmunidad.

Durante los últimos años se llego a la conclusión de que la obesidad no es más que una enfermedad inflamatoria ya que se puede alterar y la misma puede impactar en los procesos inflamatorios en el organismo. Todo esto gracias a que unas moléculas llamadas adipocinas se activan, las cuales se producen en el tejido adiposo y logran que se acumule grasa.

Cómo la Obesidad Afecta Negativamente a la Inmunidad

La obesidad empeora la evolución de algunas enfermedades crónicas

Las enfermedades crónicas con procesos inflamatorios tienen una peor evolución cuando afecta a personas obesas. El problema es que la obesidad consigue afecta a una de las adipocinas la cual es conocida como leptina. La misma se encarga de actuar en el sistema nervioso central y de inhibir la ingesta para mantener regulado los depósitos de energía.

Esto no se produce porque no se puede llegar hasta el sistema nervioso central, debido a que termina acumulándose en el tejido adiposo. El problema es que dicha hormona se encuentra en diferentes enfermedades autoinmunes e inflamatorias.

Por mencionar alguna de estas enfermedades podemos encontrarnos: hepatitis, inflamación pulmonar crónica, diabetes tipo 1, artritis, etc. El tejido adiposo se puede encontrar en una gran variedad de células activadas. Por lo tanto, podemos llegar rápidamente a la conclusión de que la obesidad afecta negativamente al sistema inmune.

La grasa es vital para nuestro cuerpo

Entonces, la grasa es una sustancia sumamente importante para que nuestro organismo funcione de manera adecuada. Sin embargo, el exceso de esta puede generar muchos problemas de salud y empeorar los crónicos. Esto es conocido como obesidad y puede afectar de forma muy negativa el sistema inmunológico.

La obesidad, que vendría a ser una acumulación de grasa en nuestro cuerpo, es un problema que afecta a millones de personas alrededor del mundo. Esta comprobado que la misma es perjudicial para la salud en muchos sentidos. No únicamente cuando se trata de enfermedades crónicas o el sistema inmunológico.

La acumulación de grasa en el cuerpo

La fuente principal de energía para nuestras células es los azucares. Las mismas se pueden encontrar en ciertos alimentos, más que nada la glucosa. Cuando ingerimos esta última, llega a las células y les da la energía suficiente para poder subsistir hasta que ingiramos la próxima comida.

El problema es que cuando nos excedemos, esta queda almacenada en el hígado y también en los músculos, lo hace en forma de glucógeno. Luego de esto dicha glucosa se convierte en ácidos grasos gracias al hígado. Estos terminan en los adipocitos.

Los adipocitos no son más que células que forman parte del tejido adiposo. Este tiene una función clave en nuestro cuerpo que es proteger los órganos internos del mismo. Los adipocitos pueden acumular los ácidos grasos y también la grasa excedente.

Cómo la Obesidad Afecta Negativamente a la Inmunidad

Estas células adiposas tienen una caracteriza bastante interesante: son capaces de acumular una enorme cantidad de grasa ya que, pueden ampliar su tamaño de almacenamiento varias veces.

En las personas obesas no únicamente aumenta el tamaño de los adipocitos sino también su número. Por lo tanto, la grasa de las personas obesas en realidad es su tejido adiposo que se encuentra demasiado hinchado.

Las personas obesas tienen graves problemas inmunológicos ya que mantienen grasas acumuladas al nivel de piel e intrabdominal. Esto hace que entre sus órganos exista mucha grasa y tengan más riesgos en cuanto a su salud ya que se encuentran más predispuestas a una inflamación crónica.