La energía de los niños y niñas parece infinita, al igual que su sed de conocimiento. Esta querencia de saber no siempre es bien entendida por los padres, ya que puede confundirse con desesperación o desasosiego.
La construcción del saber no siempre parte de habilidades conceptuales; por lo contrario, las actitudes y la vinculación con actividades concretas pueden llegar a ser una forma más efectiva para el aprendizaje en esta etapa.
A partir de este fundamento, surgen los libros silenciosos o libros sensoriales. El diseño de estos libros suele ser distintos y con diversos propósitos, pero comparten la finalidad de valerse de los estímulos de varios sentidos a través actividades concretas que le pueden servir en el día a día.
Por ejemplo, el uso de relieves, movimientos, colores, imágenes, figuras adheribles e interactivas son recursos utilizados en la confección de estos libros para lograr el desarrollo de la motricidad fina, la creatividad, el pensamiento lógico y otros tipos de destrezas.
Más allá de las destrezas
Los quiet book, como suele llamárseles, son confeccionados a mano. Se utilizan diversos materiales de quincallería y de reciclaje, por lo que no representan un gasto mayor, aunque sí un reto a la habilidad manual y creativa en adultos y niños.
Asimismo, unos cuantos trozos de fieltro, telas de colores, velcro, botones, trenzas, trozos de madera, plástico y cartón podrían ser algunos de los recursos aprovechables para su construcción.
En sí, la fabricación artesanal es un aprendizaje, por lo que los niños deberían formar parte de él. Los chiquitos verán su esfuerzo reflejado en un material didáctico concreto, útil y duradero en el tiempo.
Cómo pensar un libro silencioso
La idea de este libro artesanal es brindar a los niños la oportunidad de tocar, colocar, apretar, sacar y atar mediante tareas controladas, de forma divertida y sin apuros. Cada folio del libro hecho a mano, es inspirado por la resolución de situaciones diarias o por los paisajes o fenómenos naturales.
Por esta razón, no hay distinción entre el desarrollo sensorial, psicomotor y la creatividad, usando las formas, los números, el lenguaje, la imaginación y la emoción. Son parte de un solo proceso.
Por lo que constituye una herramienta pedagógica de gran utilidad para ser usada con niños desde 3 años en adelante, despertando su curiosidad, iniciativa y agudeza en la exploración.
Ya basta de los “no”
Seguramente, te sentirás identificado con la típica escena donde tu niño/a “hace desastres” en un santiamén sin que lo notes: tomar el control del televisor, meter los dedos en sitios peligrosos, rayar paredes, ingresar objetos en tomacorrientes, trepar a sitios altos para investigar o perseguir un insecto.
Todo esto es muestra de un gran potencial que debe ser canalizado. Aun así, es más fácil solucionarlo con un “no lo hagas”. Los libros sensoriales podrán ayudarte a canalizar su inventiva y creatividad.
¿Cómo hacerlo?
Se recomienda que el libro sea de tela o cualquier material resistente. Juega con el contraste de los colores para que sea atractivo. Las letras deben ser con tela y cosidas a mano, con pespuntes con hilo de bordar.
En la elaboración de imágenes, juega con varios tipos de telas, con colores y texturas distintas. Busca que sean interactivas a través de la movilidad, colocación y descolocación de partes y piezas.
La idea es que niño vea como su acción puede tener un impacto en el logro de tareas específicas y con dificultades variables. Puede utilizarse aros de cortina de baño o algo parecido.
Fabrica las páginas con paño lenci de distintos colores, con un tamaño cercano a 25×20 para que pueda ser transportado con facilidad.Para colocar las páginas en aros, abre 3 agujeros (arriba, abajo y en el centro) con una distancia de 5 centímetros del borde.
Tópicos inspiradores
Algunos de los temas podrían ser:
- Hacer un reloj, para aprender la hora. Asegúrate que se puedan mover las manecillas y cambiar los números.
- Un zapato, para aprender a atacar las cintas. Puedes usar cordones reales y enseñarles distintos tipos de amarres y lazos.
- Animales que puedan armarse y desarmarse, usando velcro.
- Partes del cuerpo con articulaciones que puedan doblarse.
- Rompecabezas de tipo Tangram