Cuando se tiene una contracción se siente que la parte baja del abdomen se pone muy dura. Después la contracción se libera y vuelve a repetirse unos minutos más tarde. Mientras se tiene una contracción también puede experimentarse un dolor agudo que va desde la espalda hasta el abdomen y los muslos.
Las contracciones son producidas por los músculos de la parte superior del útero. Estos músculos aprietan y estiran la parte inferior del útero, provocando que se abra el cuello uterino y presionando al bebé a través de éste.
Es importante medir las contracciones (cuánto duran y con qué frecuencia) cada vez que las sientas. La duración de una contracción se mide desde el comienzo hasta el final de la misma y se suele medir en segundos. La frecuencia de las contracciones se mide desde el comienzo de una contracción hasta el comienzo de la siguiente. La frecuencia se mide en minutos.
El preparto y las contracciones falsas
Una mujer embarazada puede sentir contracciones pero no estar todavía de parto. Estas “contracciones falsas” se producen cuando el cuerpo se está preparando para el nacimiento del bebé, por lo que es denominado “preparto”.
Cuando realmente llega el momento del parto, el tiempo entre contracciones se va acortando gradualmente y se van haciendo cada vez más fuertes. Al principio del parto puedes sentir contracciones cada 15 minutos. Al cabo de una hora te darás cuanta de que son cada 10 minutos. Normalmente el verdadero parto comienza cuando las contracciones son muy fuertes y se producen cada 3 ó 4 minutos. Cuando las contracciones son fuertes deberás de concentrarte en la respiración y relajarte.
Las falsas contracciones que se producen en el preparto no son regulares y seguramente varían de intensidad. Una buena forma de saber si las contracciones se deben o no al comienzo del parto, es caminar. Si al caminar las contracciones se hacen más fuertes, entonces lo más probable es que si estés de parto. Si en cambio las contracciones desaparecen al caminar o parecen menos intensas, entonces seguramente te encuentres en el preparto.
Si aún tienes dudas y no estás segura de que las contracciones se deban al verdadero parto, llama a tu médico.