Pintar, es una actividad lúdica que desarrolla gran cantidad de habilidades en los niños. Es algo que pueden empezar a hacer desde muy temprana edad, y que normalmente les agrada mucho.
Los beneficios que les produce a los niños poder pintar, son los siguientes:
Desarrolla su creatividad
La imaginación de los niños puede ser muy volátil. Ellos piensan que todo lo que ven en sus dibujos animados y leen en cuentos, es posible. Dibujar les permite plasmar todo lo que está en su mente. Aunque en principio solo logren hacer garabatos, para ellos, tendrán un gran significado.
Aprenden sobre formas y colores
Al dibujar o pintar ellos mismos las formas, aprenderán a reconocerlas más fácilmente. Si las asocian con objetos, como por ejemplo al pintar un círculo decir que es una pelota, la asociación se fija mejor.
Además, aprenderán sobre los colores primarios, y ellos mismos, al mezclar dos colores, aprenderán sobre los colores secundarios y entenderán mejor cómo se crean. De esta manera el aprendizaje se hace más significativo para ellos. Es algo que nunca olvidarán.
Reconocen el mundo que los rodea
Al pintar, los niños irán plasmando todo lo que observan a su alrededor. También intentarán imitar no solo la formas que ven sino también los colores. Así irán definiendo que el sol lo pintarán de amarillo, el cielo azul, las hojas e los árboles verdes o las manzanas rojas.
Desarrolla sus habilidades motoras finas
Agarrar los creyones o lápices de colores, requiere que los niños realicen una pinza con los dedos. Mover la mano mientras observan lo que están dibujando desarrolla la coordinación óculo manual. Esto le será de gran utilidad para realizar múltiples actividades a lo largo de su vida.
Fortalece la comunicación
Los niños no saben expresar bien sus emociones a través de palabras, por esto, el dibujo les permite comunicar mejor lo que sienten o piensan. Basta con permitirles pintar libremente lo que desean y luego pedirles que expliquen su dibujo, para poder comprender lo que desean comunicar.
Fomenta la concentración
Pintar les ayuda a los pequeños a concentrarse. Es una actividad que los atrapa, y requiere que se mantengan pendientes de los trazos, que no se salgan de los bordes, y que usen los colores y dimensiones correctas. Esto produce que se concentren al máximo.
Les ayuda a relajarse
Al concentrarse, los niños van olvidando lo que les incomoda o molesta. Sus frustraciones se van desvaneciendo y ellos van sintiéndose en paz y relajados. Pintar es una excelente terapia para todos. Sin importar la edad, además de permitirnos expresarnos, nos ayuda a olvidar los problemas que nos agobian.
A mi hijo no le gusta pintar ¿cómo puedo motivarlo?
Solemos pensar que pintar es una actividad que los niños disfrutan de sobre manera. Nos resulta increíble considerar que a algún niño no le pueda gustar realizar esta actividad.
La realidad es que a los niños, por diversas razones, les puede desagradar pintar. Puede ser porque en algún momento se les obligó a hacerlo, o porque se les regañó por hacerlo en el lugar indebido. También puede pasar que tengan dificultad para sujetar los colores correctamente y no se sientan cómodos.
También puede pasar que sientan que no lo hacen bien. O que tengan alguna dificultad visual que no les permita ver claramente, o distinguir colores. Se debe prestar mucha atención y estar alerta para comprender por qué el niño se rehúsa a pintar.
Dependiendo del caso, se pueden llevar a cabo diversas estrategias. Si se determina que es un problema de salud, lo más importante es que lo atienda un especialista.
En caso de que sea un problema de desmotivación, se puede animar al niño llevándole a una exposición de pintura, donde vea otras obras y se anime a realizar la suya. También se pueden crear juegos donde tenga que pintar y otra persona descubra lo que realizó.
Comprarle libros para colorear y colores adecuados es una buena técnica, e incluso pueden ver videos y usar aplicaciones en dispositivos inteligentes, que los incentiven a colorear sus personajes preferidos.
Además, se pueden hacer actividades paralelas, para ayudarles a desarrollar las habilidades motoras finas. Si se realizan juegos donde los niños tengan que usar sus dedos en forma de pinza los fortalecerá y podrán sujetar mejor los colores y hacer los trazos más definidos.