América del Sur se encuentra atravesando una complicada situación gracias al crecimiento de casos de COVID-19. A esto debemos sumarle la nube de langostas que se encuentra en el norte Argentina, Brasil y Uruguay.
Esta plaga de langostas que es una de las más grandes vistas amenaza los cultivos de los países mencionados. La misma se mueve a 150 kilómetros por hora. Los expertos afirman que las plagas de langostas son algo bastante común en Latinoamérica. Sin embargo, en este caso puede ser muy preocupante.
Los avances en la lucha contra las nubes de langosta en Argentina son escasos. En nuestro país las langostas pasaron por Santa Fe, Corrientes y Cacho. Lo positivo es que las langostas no atacan a los humanos. Sin embargo, es muy preocupante la situación para el sector del campo ya que estas pueden generar grandes datos a cultivos y vegetación.
Los avances de la nube de langostas
Desde el Equipo del Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria, se asegura que se encuentran trabajando para localizar la ubicación exacta de la manga. Lo que se calcula es que, gracias a las temperaturas bajas, la misma no se ha desplazado de manera significativa.
Aseguran que a pesar de que las plagas de langostas es algo bastante común. Gracias a la deforestación, entre otras cosas, lo que conseguimos es simplificar el ecosistema. Por lo que esta clase de situaciones, serán algo bastante común de ver en un futuro no muy lejano.
En mayo la manga ingreso a Argentina desde Paraguay. La misma esta compuesta por la especie Schistocerca cancellata la cual es capaz de recorrer un máximo de 150 kilómetros diarios. Por lo que puede ser un problema considerablemente grave para los cultivos.
¿Qué ocurre cuando llega la plaga?
Los especialistas afirman que una vez que la plaga llega a un sistema simplificado. Si las plantas favorecen, entonces las langostas destruyen todo. Gracias a la aplicación de plaguicidas en los cultivos logro la perdida de biodiversidad de aves y anfibios.
Esto hace que la plaga no encuentre adversarios naturales, mucho menos competidores, lo que genera que puedan arrasar con todo con una tasa de éxito del 100%.
El cambio climático ayuda a que estas plagas puedan atravesar las fronteras en las cuales, que gracias al frio, antes no podía. La conclusión es bastante simple. Las plagas han existido siempre, el gran problema es que el avance del hombre y la productividad, están aportando a que sea mucho más fácil para las mismas avanzar de la forma en que lo hacen.
El caso de Uruguay
En el caso de Uruguay la situación esta cada vez más complicada y es que las autoridades uruguayas han declarado alerta roja debido a la nube de langostas que vino directamente desde Entre Ríos.
El gobierno uruguayo dispuso de tres aviones fumigadores que se encuentran entre las ciudades de Paysandú y Bella Unión para intentar hacerle frente a esta plaga.
Si nos remontamos en la historia, en la década de los cincuenta fue un grave problema para la Argentina, hasta que se redujo la aparición de mangas. En el año 2015 los expertos no tenían en claro por qué volvieron, pero así ocurrió. Este año vendría a ser la tercera invasión que se registra desde ese entonces.
Hector Medina coordinador del Porgrama Nacional de Langostas del Senasa comenta que hace cinco años que Argentina, Bolivia y Paraguay se encuentra en estado de emergencia, aunque en esta ocasión la nube de langostas, fue más lejos llegando a Uruguay y Brasil. Lo que ha encendido todas las alarmas.
La situación en Argentina parece complicada. Por el momento los climas fríos ayudan a que la manga no siga su rumbo de manera discriminada. Sin embargo, si la situación continua de esta manera y con la primavera a la vuelta de la esquina, estamos ante una situación difícil de controlar.